Ir al contenido principal

Trafalgar, de Benito Pérez Galdós. (1843 - 1920)

Novelar la historia es lo que se propone Benito Pérez Galdós en Trafalgar, y, por cierto,  lo consigue sin dificultades. Estamos frente a un escritor denominado clásico, indiscutible en el manejo del arte de la literatura, de lenguaje llano, sin retruécanos, ni experimentos lingüísticos, a quien la pluma le fluye de manera envidiable.
Así nos lleva al escenario del más importante combate naval de todos los tiempos, a juicio de historiadores, acaecido el día 21 de Octubre de 1805 en el cabo de Trafalgar, donde la flota británica venció a la coalición franco española, gracias a la astucia y estrategia militar del célebre almirante Nelsón. Desde entonces, recordemos, una de las importantes plazas de Londres  lleva su nombre: Trafalgar Square, y enseña la escultura del glorioso marino inglés que mantuvo siempre en los mares a raya a las fuerzas napoleónicas.
La novela nos lleva de lleno a la gran batalla, de la mano de Gabriel, el joven narrador protagonista, quien se embarca acompañando a su señor, Alonso Gutierrez de Cisniega, nada menos que en el por entonces considerado mayor buque del mundo: el Santísima Trinidad, perteneciente a la flota española, dotado de una tripulación de 1.159 hombres y 136 cañones. La fantasía del joven Gabriel, casi un adolescente, huérfano de padres, introduce al lector en los preparativos del combate, enseñando nombres y dotaciones de los buques más importantes que constituyen las flotas prontas a enfrentarse. Desde luego, los suyos se preparan para la victoria, aunque desconfían de la pericia naval del almirante francés, Pierre Charles Silvestre de Villeneuve, al mando de ambas flotas.
Trafalgar es considerada un novela histórica, por su referencia directa a un hecho tal, pero cabe señalar también que se trata de una de las grandes novelas de aventura de la literatura española de todos los tiempos. Sobre todo hoy, cuando asistimos al regreso de la novela como objeto puramente de entretención. La novela de Galdós, por su pericia narrativa, entretiene y convencen sus pormenores, sean éstos verdaderos o falsos. La amplia gama de personajes que despliega para ilustrar los hechos, resultan lo suficientemente convincentes como para imaginarlos inmersos en la propia realidad.
Hay, por cierto, a propósito de la batalla y de la guerra, un permanente cuestionamiento de la misma, que corre por cuenta de las voces femeninas del relato, particularmente de Paquita, mujer de Don Alonso, quien condenará la guerra como hecho absurdo  y brutal, aborreciendo la terquedad de los viejos marinos, y en particular la de su esposo, quien pese a su incipiente vejez, persiste en su ansiedad por las batallas navales de las que sale victorioso.
Tras el desastre de la batalla, se cuestiona la impericia táctica del almirante francés, culpándolo de la derrota. Una opinión que ya flotaba en el ambiento previo al combate. Los españoles terminan por culpar a sus aliados de la hecatombe, de la pérdida de sus mejores naves y de la muerte de sus marinos más importantes, entre otros el almirante Gravina y Churruca, considerados verdaderos baluartes de la marina española. Las consideraciones tácticas en torno a la batalla, ponen en evidencia la desconfianza de los marinos españoles en sus aliados, a quienes veían como amigos forzados por razones incomprensibles.
Gabriel Araceli, nuestro narrador, se da mañana para registrar el fragor y el dolor de la batalla, enseñando sus momentos cruciales hasta la derrota y triste regreso a tierra. Trafalgar es una de las cuarenta y seis novelas escritas por Benito Pérez Galdós dentro del marco que denominó Episodios Nacionales, donde el célebre escritor español recrea a su gusto y manera la historia de España.


MIguel de Loyola, Santiago de Chile, Año 2014.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Dónde están esas voces de protesta?

“El apoyo estatal a la literatura es la forma estatalmente encubierta de la liquidación estatal de la literatura.” Estas palabras pronunciadas por el protagonista de la novela Liquidación , de Irme Kertész. a propósito de su situación particular como editor de una editorial estatal, parecen bastante desconcertantes. Cabe sentarse a reflexionar en tornos a sus implicancias. Desde luego, acotan una realidad que hoy no está lejos de la nuestra.

Novela: Despedida de Soltero

"La Invitación, la víspera y la despedida son las tres partes de esta novela humana y despiadada que cautiva con la comedia y el horror cotidiano. Los demonios y obsesiones de Miguel de Loyola -el deterioro, lo grotesco, la angustia famélica, el tiempo- son los fantasmas de toda la humanidad. Tua res agitur. Esta novela trata de ti y de los que te rodean. ¿Prepárate!". Jaime Hagel Echeñique

Fragmento de novela inédita: Motivos Sentimentales

Capítulo 14 Esa noche Octavio encontró a su mujer durmiendo destapada sobre la cama. Tuvo entonces la intención de abrigarla. Pero no lo hizo por temor a despertarla. Diamela pasaba a veces por temporadas de sueño ligero y cualquier ruido extraño conseguía despertarla abruptamente, con el consiguiente mal humor que suele sobrevenir después, y en el caso concreto suyo podía alcanzar niveles patológicos. Prefería en esa ocasión verla durmiendo, aparentemente tranquila. Y acaso por primera vez durante su vida matrimonial, Octavio se encontró a sí mismo en medio del silencio y la soledad de la habitación, observándola dormir. Sólo entonces, como saliendo de un estado de aturdimiento general -en el cual hubiese estado sumido por largos años-, poco a poco comenzó a tomar cierto grado de conciencia de los estragos causados por los años en el cuerpo de Diamela, ayer maravilloso y angelical como nadie mejor que él lo podía recordar.