Allá va el huaso engrifado detrás de la hembra, arremetiendo con tacos y espuelas. Corre que te pillo por aquí, corre que te pillo por allá… mientras las guitaras no cesan y las voces cantoras avivan la cueca. Allá va el huaso gallardo cual gallo de pelea, acorralando a su china en la vuelta, zapateando como animal desaforado, haciendo chinchinear las espuelas, mirando siempre de refilón pero con hambre a la hembra. La gente aplaude el compás, la china sonríe muy coqueta, luciendo sus brazos desnudos y sus pantorrillas esbeltas, mientras el huaso arremete con todo en la última vuelta.