Allá va el huaso engrifado detrás de la hembra, arremetiendo con tacos y espuelas. Corre que te pillo por aquí, corre que te pillo por allá… mientras las guitaras no cesan y las voces cantoras avivan la cueca. Allá va el huaso gallardo cual gallo de pelea, acorralando a su china en la vuelta, zapateando como animal desaforado, haciendo chinchinear las espuelas, mirando siempre de refilón pero con hambre a la hembra. La gente aplaude el compás, la china sonríe muy coqueta, luciendo sus brazos desnudos y sus pantorrillas esbeltas, mientras el huaso arremete con todo en la última vuelta.
Ahora en verso:
La cueca en cien palabras
Allá va el huaso engrifado detrás de la hembra,
arremetiendo con tacos y espuelas,
corre que te pillo por aquí,
corre que te pillo por allá…
mientras las guitaras no cesan
y las voces cantoras avivan la cueca.
Allá va el huaso gallardo cual gallo de pelea,
acorralando a su china en la vuelta,
zapateando como animal desaforado,
haciendo chinchinear las espuelas,
mirando siempre de refilón
pero con hambre a la hembra.
La gente aplaude el compás,
la china sonríe muy coqueta,
luciendo sus brazos desnudos
y sus pantorrillas esbeltas,
mientras el huaso arremete
con todo en la última vuelta.
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