Esta breve autobiografía del reconocido científico británico Stephen Hawking ( 1942-2018) permite al lector acercarse a su vida íntima y profesional sin entrar en detalles de la enfermedad que lo afectó durante su vida y sobre la cual poco le gustaba hablar.
Escrita en primera persona singular, la autobiografía
va informando y detallando algunos hitos importantes en la vida de Hawking, partiendo desde la niñez hasta sus últimos días, de manera que el lector puede hacerse una idea general del personaje de carne y hueso más allá del científico eminente. Las fotografías que incluye el libro ilustran también al niño y luego al joven en variados momentos de su vida familiar, cuando todavía no se había declarado su enfermedad. Hawking advierte desde un principio al lector que
su vida escolar fue la de un niño común y corriente, sin sobresalientes en la
escuela como se podría esperar. Sin embargo, sus compañeros lo apodaron
Einstein, lo cual indica modestia excesiva de su parte. Tuvo la suerte sí, de
estudiar en los mejores colegios gracias al esfuerzo de sus padres y al propio,
tras ganar más de alguna beca de estudio.
Un detalle de esos años sobre el que
se explaya son sus vacaciones en una caravan comprada por su padre para tales
efectos, especie de carromato antiguo, donde pasaban gran parte de sus veraneos.
Por ese motivo y otros, explica, los
Hawking eran considerados excéntricos. Además, mis padres eran de pocos amigos,
apunta Stephen, señalando que les hubiese gustado lo contrario. Otra de las
particularidades de su niñez apuntada como acontecimiento importante, es el
haber sido amigo del hijo de Robert Graves, poeta y escritor inglés de renombre
hasta nuestros días. La otra amistad importante la tuvo con su prima, hija de
una hermana de su madre a quien visitaba a menudo.
Stephen termina los estudios escolares a los 17 años, y consigue una beca
para Oxford, de donde se graduará a los
21 y se va a Cambridge a estudiar cosmología. Recién a esa edad descubre la gravedad
de su patología física mediante un examen exhaustivo. La confirmación lo
llevará a sentirse un personaje trágico y a convertirse en admirador de Wagner por su sentido trágico de
la vida expresado en su música. Aún así,
en 1965 se casa con Jane Wilde y tienen tres hijos, Robert, Lucy y Tim. Tras el
descubrimiento de su irreversible enfermedad, los médicos no le dan más de dos
años de vida. Jane, previendo el vacío que dejara su muerte, opta por buscar un
compañero: Jonathan Jones.
Sin embargo, pasan los años sin que
se cumpla el vaticinio del médico. Stephen sigue vivo y trabajando en sus
teorías, pero muy disgustado por la relación que mantiene Jane con Jonathan
Jones. Finalmente, en 1990 decide irse a vivir solo con su enfermera Elaine
Masón, con quien terminará casándose en 1995, pero se separan en el 2007. De
ahí en adelante vivirá sólo son su ama de casa.
A pesar de sus problema de salud,
Hawking tuvo tres hijos con Jane: Robert (1967), Lucy (1970), Tim (1979), todos
completamente normales y felices, apunta Stephen.
Su trabajo sobre los agujeros negros
comienza en 1970, y el tema le tomará gran parte de su vida.
En 1988 publica: Breve historia del
tiempo: del Big Bang a los agujeros negros, libro que se transforma en un super
ventas a nivel mundial, y le brinda beneficios económicos que antes no tuvo.
Algunas de las reflexiones
inquietantes que deja Stephen en este libro:
—No creo que jamás sea posible
viajar en el tiempo. Si lo fuera, a estas alturas estaríamos invadidos por
turistas del futuro.
—La condición de la ausencia de
límites es la clave de la creación, la razón por la cual estamos aquí.
—Mi discapacidad no ha sido un
obstáculo serio en mi trabajo científico.
Miguel de Loyola – Santiago de Chile
– Mayo del 2023
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