El libro que nos convoca, lo escribí hace
algunos años, y sin embargo, tiene una actualidad cada vez mayor, porque lo que
sucede en la novela, sigue sucediendo hoy -y de seguro- seguirá sucediendo en
el futuro. De manera que les advierto de antemano que en ningún caso tengo
pretensiones de descubrir la pólvora. Por lo demás, nunca ha sido el propósito
del arte, ni menos de la literatura. Bien sabemos que todo ya ha sido escrito.
El arte en su esencia, es una
provocación, un llamado de atención que despierta en nosotros una reacción
instantánea que nos lleva a salir de la realidad, de lo cotidiano, para luego
volver a entrar a ella, a la realidad, provisto de una nueva mirada; de una
mirada que nos abre nuevos horizontes posibles, imaginables, vivibles. Y cuando
no provoca, es decir, cuando una obra no despierta en nosotros nada, hay que
abandonar su lectura, porque no es sano para el espíritu leer a la fuerza, por
obligación, por compromiso... Leemos,
primero que nada, por el gusto y placer de leer. El arte de la literatura tiene
mucho de entretención, de artilugio, de juego, y todas sus implicancias. Sin
esa cualidad, no tiene ningún sentido contar una historia, sin esa
particularidad, hablamos de historia a secas, y no de literatura, que es en
gran medida una recreación imaginaria de la historia.
Sin embargo, a la lectura hay que
concederle un tiempo, y eso es lo que no tiene el hombre actual, lanzado a la
inmediatez, al oportunismo, a la idea de sacar provecho de todo cuanto se hace
y en el menor tiempo posible. Por eso que allí, en esa dificultad de atrapar el
interés, se articula el andamiaje artístico, que llamamos forma, que viene a
ser en definitiva el mayor aporte del artista cuando ya, como dijimos, todo
está escrito.
Presuntos
Implicados recrea personajes
manipulados por el Poder. Personaje reales, que asumen un rol en medio de la
sociedad, creyendo que hacen debidamente su parte y que lo hacen bien, o para
el bien de todos, con esa honestidad propia con que enfrenta la vida el hombre
corriente, sin sospechar que hay redes ocultas que manipulan las acciones de
los individuos.
Es una novela que recoge paso a paso
fragmentos determinantes de nuestra actualidad. Una historia que nos remite
directamente a la contingencia, a lo que está pasando Aquí y Ahora, llevando al
lector a la reflexión, a un más allá de los hechos relatados, porque es una
alegoría de esto que llamamos realidad.
Miguel
de Loyola - Santiago de Chile - 1° de Noviembre del 2016.
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