Impresiona el
estado de abandono en que se encuentra la tumba del poeta Vicente Huidobro en
Cartagena. Un perfecto desconocido para la gran mayoría, por cierto, sobre todo
en estos tiempos de barbarie, cuando las masas desbordan los balnearios de la
ayer llamada Costa Azul, y hoy día intitulada Litoral de los Poetas, en honor a
los mismos, se entiende. Pero no hay tal, los municipios no pueden con las
hordas que asolan en verano los balnearios, dejando inmundicias desparramadas
por cualquier parte. Hasta en las tumbas,
lugares sagrados en todo el mundo, pero
en Chile, la cultura sigue siendo un bien cada día más escaso. Las puertas del
mausoleo de Huidobro fueron arrancadas de cuajo, seguramente para alimentar el
fuego de una fogata nocturna de algún grupo de jóvenes ignorantes. Un basural
aumenta día a día de volumen a un costado de la tumba, donde se aprecian
claramente dónde están los verdaderos intereses de los visitantes. Las cadenas
decorativas del mausoleo se las robaron también. Afortunadamente, todavía esta
visible el epitafio del poeta, grabado en piedra. Un mensaje lleno de luz,
cargado de significantes que bien podría alimentar mejor que los cascajos el
alma de los bárbaros.
Huidobro es el
poeta chileno de la luz, de alegría y esperanza. Abrid
la tumba -invita su epitafio- al
fondo de esta tumba se ve el mar. El breve epitafio, constituye un poema
completo. Hay una clara invitación a descubrir lo secreto, el más allá, la
misma muerte, que el poeta cierra mediante la imposición de una imagen espejo,
transformada en metáfora, en la más alta forma posible de alcanzar lo que
llamamos verdad estética, superior a cualquier otra, porque conlleva al goce
estético, ese placer que sólo la poesía puede dar.
Desde la cumbre
de la colina donde está emplazada la tumba, se obtiene una panorámica espectacular
de la bahía de Cartagena y más. La sola visión del entorno desde esa altura,
resulta una atracción turística imperdible. En cualquier parte del mundo ya se
la quisieran los institutos culturales. Sin embargo, el mal estado del camino
de acceso, impide llegar a la tumba. El camino, agrietado por las lluvias del
invierno, termina siendo un gran impedimento. Y por cierto, cabe preguntarse por
qué el municipio no toma cartas en el asunto, cuando con apenas una pasada de
máquina, bien podría mantenerlo durante todo el año transitable.
Inventa nuevos mundos y cuida tu
palabra/ Cuando el adjetivo no da vida, mata. Son versos claves de la
poética de Huidobro. Por qué cantáis
la rosa, ¡oh Poetas!/ Hacedla florecer en el poema... " La
invitación es clara y profunda, merece la atención no sólo de los poetas, de
los cientos de poetas chilenos que aspiran a la gloria, pero que al igual que
las masas de veraneantes desconocen y olvidan, porque el olvido es también
parte de la ignorancia.
Sólo para nosotros / Viven todas las
cosas bajo el Sol.
Miguel de Loyola
- Cartagena - Febrero del 2017.
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