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Algún día nos lo contaremos todo, Daniela Krien.

En Algún día nos lo contaremos todo, Daniela Krien nos interna en un mundo para nosotros fascinante por lo desconocido, las experiencias de una jovencita alemana de la entonces llamada RDA, hoy día afortunadamente extinguida.

Tras los pasos de María, la protagonista y narradora en primera persona, nos adentramos en los secretos de su mundo amoroso, y de paso recorremos los derroteros y paradigmas fracasados de la Alemania socialista. Sólo en ese último sentido, la novela ayuda al lector a tomar conocimiento de la situación social interna del país, ilustrando más que la misma historia, por cuanto el arte de la novela más que historia, reconstruye la vida en sus pasos más íntimos. Y eso hace la joven narradora alemana, entregarnos un fragmento de primera mano de la vida al interior de la RDA.
Asistimos así al momento crucial de la caída del muro de Berlín, a las fiestas y al jolgorio del pueblo alemán, tras el fin de aquella incomprensible y absurda separación entre hermanos. Corroboramos también, la miseria de una Alemania derruida y arruinada por un poder político aplastante, frente a la otra en pleno auge y desarrollo que ha elegido el camino de la libertad.
Hay una intensa historia de amor juvenil que sirve de hilo conductor y de acicate para generar esa intriga que toda obra narrativa requiere, manteniendo vivo el interés del lector hasta la última página. María tiene su novio, Johannes Brendel, hijo de agricultores y condenado a seguir el mismo derrotero, pero tras esa apertura y acceso a las nuevas tecnologías, abiertas tras la caída del muro de Berlín, se interesa por el estudio de la fotografía, entregándose completamente a ella, con la pasión que caracteriza a las nuevas generaciones. Paralela y subrepticiamente, la protagonista vive una intensa relación amorosa con un tipo mayor, que encarna, sin duda, toda la frustración y el dolor de los alemanes que quedaron atrapados en la frontera equivocada.
La aparición de los parientes separados durante tantos años (1949-1990), es otra de las alegrías que viene a mostrar la novela a los ojos del lector. Ese reencuentro con los otros que por razones ideológicas quedaran separados, y cuya situación da cuenta de  diferencias y progresos alcanzados por aquellos que vivieran en la Alemania libre, en contraste con los atrasos de la RDA.
Es una novela de fácil lectura, y a este viejo lector le recuerda indudablemente el estilo entrecortado del Diario de Ana Frank. También por ese halo de misterio y asombro frente a la realidad, que sólo o muy especialmente los narradores alemanes imprimen en sus obras con notable facilidad.


Miguel de Loyola  - Santiago de Chile - Marzo del 2014.

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