LA FUERZA DE NADAR CONTRA LA CORRIENTE. ¿Quién podrá contar los granos de arena a orillas de los mares, las gotas de lluvia, los días ya transcurridos? Sirácides- 1,2. Muchos salmones regresan del mar hacia los ríos, nadan contra corriente, y recorren todo un hemisferio de sur a norte, desovan, nacen las crías y ellas regresan desde las corrientes de agua dulce al océano una vez que alcanzan la madurez. Es un transito voluntario y necesario, una forma de proseguir la vida, de recorrerla, de sentirla entre las piedras y las profundidades, un manera de renacer siempre en el cíclico vaivén de las travesías eternas, que dan la impresión de cambiar año tras año.
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