En Neruda por Skármeta, el lector se entera de los poemas del poeta que dieran origen a la novela Ardiente Paciencia del escritor Antonio Skármeta. Poemas de amor que han recorrido y siguen recorriendo el mundo, dejando algunos de sus versos clavados en la memoria colectiva: Me gustas cuando callas porque estas como ausente, Puedo escribir los versos más tristes esta noche, y el verso cae al alma como al pasto al rocío, son algunos pétalos desprendidos del cuerpo de los poemas que caminan por el mundo imaginario de todos los lectores y aún también de otros y de seguro por los enamorados. Skármeta reconoce hidalgamente en este libro la influencia de Neruda en su obra, a quien conoció por esos azares del destino en su juventud y tuvo la suerte de compartir con él algunos momentos estelares de su vida. Aparece así la figura del poeta realzada por el recuerdo entre nostálgico y entusiasta que caracteriza la pluma de Skármeta, no es casualidad que su primer libro de cuentos lo intitulara El entusiasmo (1967). El mismo que tan bien reproduce la película Il postino, basada en Ardiente paciencia, cuyo éxito rotundo conocemos. Se trata en consecuencia de un libro testimonio, vivencial en muchos aspectos, focalizado en vida y obra del poeta, que incluye además los poemas considerados por Skámeta más influyentes, y su correspondiente comentario y análisis de los mismos. Otoño, Animal de luz, Poema 15, Poema 20, Tu risa, Walking around, Tango del viudo, etc.
Desde
luego, la pluma alegre y amistosa de Skármeta cautiva al lector desde las
primeras páginas, revelando pequeños secretos y comidillos sobre los amores de Neruda
impresos en sus poemas. Da a conocer los nombres de las mujeres para quienes
fueron escritos y especula al modo celestino acerca de sus vidas, su posible belleza,
y de sus inciertos destinos.
El
recuerdo del poeta incluye algunos de sus viajes en calidad de cónsul de Chile por
el mundo, donde se casa por primera vez en Oriente y de donde huye acosado por
el amor de la temida mujer birmana Josie Bliss a quien le dedicara su memorable
poema Tango del viudo. Su matrimonio con Delia del Carril, la Hormiguita,
y su paso providencial por España, la entrada de Matilde en la vida del poeta y
los libros de amor que le dedica. El recorrido lleva al lector hasta los
últimos días del poeta en su Isla Negra, ya en plena dictadura militar, acosado
por el cáncer, en medio de sus colecciones y juguetes, paseando la mirada por
todos los rincones de la mítica casa de piedra donde hoy descansan sus huesos y
en cuyos muros algún poeta desconocido reconoció: Neruda no es chileno, Chile
es nerudiano.
La
pluma hábil de Skármeta se las ingenia bien para ir mezclando y entrelazando
pormenores referidos a su relación con el poeta y la gestación de la película
Il Postino. Obra sin duda tributaria de los versos nerudianos como bien lo
reconoce el escritor en este libro imperdible para los amantes de la poesía y
de la prosa. Dos géneros literarios que se nutren mutuamente, siendo compañeros el uno para el otro.
La
foto de la portada tiene hoy un valor invaluable. Skármeta joven junto a Neruda
y Juan Rulfo en Isla Negra, en medio de un almuerzo convocado por el poeta
después de un encuentro de escritores en Valparaíso. El comentario de Neruda
acerca del mutismo de Rulfo, merece capítulo aparte, y bien podría servir de
enganche para otro libro: Hombre, Rulfo no dice ni pío. Es más callado que una
lápida.
Miguel
de Loyola - El Quisco - 2008
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