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CUENTO: Muerte en la playa

No hace mucho tiempo atrás, estando de vacaciones en un balneario solitario, maté a un hombre. Llevaba una semana instalado en una cabaña frente al mar, dedicado por entero al reposo, cuando el macabro suceso tuvo lugar. El año recién pasado había sido más duro que de costumbre. Si no estaba quebrado, lo estaría de un momento a otro. A menos que cambiaran las circunstancias. Por dichos motivos, y otros tales como el divorcio que me afectaba, según opinión de un especialista que fui a ver poco antes de salir de vacaciones, me encontraba al borde de perder el juicio. Comentario que me pareció bastante exagerado. Además, lo último que me estaba faltando escuchar por esos días de catástrofe personal.

CUENTO: La Señorita Elisa

A la señorita Elisa le gustaba conversar con Gabriela Mistral en la plaza, por ese motivo algunas personas al sorprenderla en esa situación la tildaban de lunática. Los niños no podían evitar reírse cuando la oían hablando con la inmutable efigie de piedra. Los ancianos en cambio, sentados en los escaños en los días soleados ojeando el diario, guardaban respetuoso silencio frente a tales circunstancias. Después, cuando terminaba su soliloquio, la saludaban con cordialidad, y ella correspondía el saludo con una venia, una venia característica, moviendo varias veces consecutivas su cabeza blanca, mientras en su rostro de tez clara, casi transparente, se encendía una singular sonrisa de benevolencia. Luego solía hacer algún comentario relativo al tiempo y al estado del aseo de la plaza. Se preocupaba de su limpieza, y reprendía con severidad a cualquiera que sorprendiera botando alguna basurilla fuera del basurero existente. Su espíritu cívico parecía propio al de los descendiente

Novela: Despedida de Soltero

"La Invitación, la víspera y la despedida son las tres partes de esta novela humana y despiadada que cautiva con la comedia y el horror cotidiano. Los demonios y obsesiones de Miguel de Loyola -el deterioro, lo grotesco, la angustia famélica, el tiempo- son los fantasmas de toda la humanidad. Tua res agitur. Esta novela trata de ti y de los que te rodean. ¿Prepárate!". Jaime Hagel Echeñique

El guardían entre el centeno, de J.D. Salinger

Por Miguel de Loyola Con un estilo desenfadado, que apela en forma directa a un tú correspondiente al lector, Salinger nos introduce en la problemática del adolescente de todos los tiempos, el que busca explicación y el sentido de su vida, una vez traspasado ese umbral seguro de la infancia.

La despedida, cuento de Miguel de Loyola

Mañungo esperaba impaciente en la garita que llegara de una buena vez el camión, Estaba arrimado a una mesa, con la chupalla inclinada sobre la frente, Dos cañas de vino pipeño se había metido en el cuerpo esperando el momento de partir. Hacía frío esa madrugada del domingo, Sin embargo, su nuevo acompañante aguardaba a fuera, a la intemperie, fumando, sentado sobre una de las gradas de piedra laja que subían hasta la casa.

Crítica: "Mañana en la batalla piensa en mí", de Javier Marías.

Con una frase tomada otra vez de una obra de Shakespeare, de Ricardo III, Javier Marías da título a su novela ganadora del prestigioso Premio Rómulo Gallegos 1995. Los lectores de novelas conocemos el accionar narrativo de los escritores españoles del momento, sabemos de su voracidad por juntar centenares de páginas, no se sabe si con el fin de satisfacer obligaciones editoriales, o por necesidades intrínsecas del autor, cuando podrían decir lo mismo, y de manera más perfecta, con bastante menos kilometraje. En Mañana en la batalla piensa en mí, nos encontramos con un narrador en primera persona reflexionando acerca de todo, como una verdadera máquina de pensamientos disparados unos tras otro, en un destripar de la conciencia que podría ser infinito, sin terminar de acotar lo que en verdad realmente interesa. Es verdad que este artificio es bastante común en la literatura, pero a Javier Marías por momentos se le pasa la mano. Entre un núcleo narrativo y otro hay tanto relleno de por me

Crítica: La guerra de Galio, Héctor Aguilar Camín

A diferencia de Morir en el golfo, donde Héctor Aguilar Camín amarra muy bien la historia sentimental como acicate para la cuestión de fondo que nos quiere contar, en La Guerra del Galio, la estrategia que resulta parecida, no funciona con el mismo acierto y los asuntos amorosos del protagonista Carlos García Vigil, variados y confusos, con distintas amantes, quedan siempre en un tercer plano, sin encender la mecha de la intriga en el lector relativa a esa historia. Sus relaciones amorosas con Mercedes Biedma, Oralia Ventura, Romelia y otras compañías de ocasión, pasan como simple anecdotario. Sin embargo, no por eso la novela deja de interesar. Se adentra de lleno en la materia que, al parecer, nos quiere informar el autor: la importancia de la Prensa para la Libertad. Obsesionado con este tema como cuestión de fondo, me atrevería a señalar que la tesis de esta novela, al igual que la en otra mencionada, ambas obras del mismo autor, Aguilar Camín expone, mediante la alegoría literaria