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El estudiante de literatura

http://www.youtube.com/watch?v=vXGf7sja_W4 http:/ http://www.letrasdechile.cl/Joomla/index.php/criticas-literarias/2544-el-estudiante-de-literatura-novela-de-miguel-de-loyola

Problemas de la educación: científicos y humanistas.

Nadie ha reparado suficientemente en esa absurda separación entre científicos y humanistas hecha a mansalva a principios de la Educación Media, cuando los alumnos, todavía adolescentes, son apartados arbitrariamente por programas educativos elaborados por los tecnócratas de la educación, transformando al estudiantado  en  dos grupos sino enemigos, claramente estigmatizados,  tras la jerarquización de las áreas del saber, y poniendo siempre por delante a los científicos por sobre los humanistas.  Este hecho, sin duda, revela una de las causas de la baja calidad de la educación, sea gratuita o privada,  porque deja ciego uno de los hemisferios del cerebro tanto de unos como de los otros. Por supuesto, cabe preguntarse si los jóvenes adolescentes están capacitados para elegir a tan temprana edad su destino.

Londres, la capital del viento.

Una de las capitales más cosmopolitas del mundo es Londres. La conjunción de múltiples razas y lenguas confunden al principio al visitante. En sus calles se mezclan ciudadanos provenientes de los rincones más sorprendentes y lejanos. Africanos, sudamericanos, norteamericanos, europeos, orientales, turcos, árabes, transitan por sus avenidas en un ir y venir incansable.

Premio Hincha del año, cuento.

Los comentaristas lo tenían claramente identificado. Y ese domingo, una vez terminado el partido y entregada la copa al equipo vencedor del torneo, le darían el premio "Hincha del año", dotado de una suma importante de dinero en efectivo, además de algunas entradas para los partidos de la competencia siguiente. Sabían que el hincha en cuestión se ubicaba en la galería norte del estadio, justo tres gradas por encima del arco. Los de la galería lo llamaban "Cara de Citroneta" toda vez que se referían a él. Se trataba de un personaje entre los muchos que suelen rondar con frecuencia los estadios. Además, ahora sabían que su asistencia a los partidos de Colo Colo, y a las presentaciones de la Roja, constituía un record. En veinte años, el tipo no había fallado a ninguna fecha.

Se dice, en las encuestas...

¿Por qué se invierte tanto dinero en encuestas en este país? ¿Quiénes son los reales interesados en los resultados? ¿Alguien se ha preguntado esto alguna vez? Me temo que pocos se hacen tales preguntas, porque se maneja hoy a las masas al extremo de anular no sólo su pathos de indignación, el cual a estas alturas en un país gobernado por los mismos debiera haber saltado al infinito, sino la personalidad entera. El individuo masa carece de ella, y una prueba son las influencias de las encuestas.

CIUDAD VIOLENTA, de Jim Thompson

Ciudad Violenta. Cuando se lee autores de la llamada novela negra de calidad indiscutible, como los norteamericanos Dashiel Hammentt, Raymond Chadler y Jim Thompson, asaltan dudas respecto a las supuestas diferencias hechas por la crítica literaria en relación a una calidad menor de este género. Se trata de obras tanto o mejor escritas, con un desarrollo psicológico de los personajes tan acabado como los del propio Dostoievsky, provistos de una tensión dramática (intriga) todavía más tirante, y además, con finales las más de las veces felices, en pro de la justicia, la gran mayoría.

¿Dónde están esas voces de protesta?

“El apoyo estatal a la literatura es la forma estatalmente encubierta de la liquidación estatal de la literatura.” Estas palabras pronunciadas por el protagonista de la novela Liquidación , de Irme Kertész. a propósito de su situación particular como editor de una editorial estatal, parecen bastante desconcertantes. Cabe sentarse a reflexionar en tornos a sus implicancias. Desde luego, acotan una realidad que hoy no está lejos de la nuestra.

Bernhard Schlink, El lector.

Un joven narrador en primera persona nos cuenta su vida a partir de sus 15 años, hasta bien entrada la madurez. Michael Berg es todavía un estudiante de secundaria cuando conoce a Hanna Schmitz, mujer de 35 años, quien trabaja en el tranvía y de la cual se enamora a pesar de la diferencia de edad. La relación amorosa entre ambos estará marcada por un hecho muy particular: las lecturas de obras clásicas en voz alta por parte de Michael a pedido de Hanna, quien disfruta mucho oyéndolo leer.

Muletillas: "Todo un cuento"

Una de las muletillas curiosas adoptadas por los chilenos en los últimos tiempos, es decir -a propósito de cualquier cosa- “todo un cuento”. La repiten tanto los jóvenes como los adultos en sus conversaciones diarias. Lo interesante del fenómeno lingüístico es que resulta un modismo tendiente a reducir el habla a las mínimas palabras. Cuando alguien no quiere describir lo que está contando, reduce con esta expresión los pormenores de una situación. Sin embargo, con ello privamos a nuestro interlocutor de entender lo que se nos quiere decir en concreto, apelando de esta manera a algo que se da por sobre entendido. Lo que, por cierto, está lejos de serlo realmente. La reducción del idioma a frases como estas, limita la comunicación y, sin duda, pone en evidencia la escasez de vocabulario del hablante.

Humillados y Ofendidos, de Fedor Dostoievsky

En Humillados y ofendidos, la relación amorosa que nos entrega de primera mano el narrador, no deja de sorprender otra vez por la introspección de esa conciencia culposa que el novelista hace con sus personajes. Vania (Iván Petróvich), escritor y narrador de la historia, nos introduce en la problemática que lo afecta por causa del noviazgo entre Alioscha y Natascha, de quien él también está enamorado desde hace muchos años. Se produce así un triángulo en el cual Vania servirá de paño de lágrimas a Natascha y también por momentos al propio Alioscha. Conmueve, naturalmente, la lealtad de Vania para con ambos, al extremo que a ratos resulta difícil comprender la grandeza de su espíritu para no despreciar a su rival y permanecer fiel a la amistad.

El mochilero

Todo comenzó como en las buenas películas, apenas me bajé del camión, ya tenía un harem de mujeres a mis pies. Por supuesto no precisamente allí, sino un poco más allá, allí frente a la plaza, donde había mucha agitación en torno a un escenario improvisado, demasiadas cabelleras llamativas, negras, rubias, colorinas, castañas; demasiados cuerpos femeninos con bluyines apretados; risas, música, onda en definitiva. Gran bailoteo gran, calculé de inmediato, y con lo que me gustan los bailoteos, parezco mono porfiado, me tienen que sosegar a palos cuando me da por bailar. Una vez estuve bailando hasta que se acabó la noche, la reventó la luz del día de un solo cuete. Un Año Nuevo creo que fue. La llegada al pueblo había sido providencial. Le di el correspondiente millón de gracias al chofer cuando me bajé, para luego zambullirme ansioso en medio del gentío agolpado en torno al escenario. El tipo se pasó de buena gente conmigo, poco más y me invita a su casa a cenar. Pero la música er

del libro: Cuentos del Maule

El gringo enamorado. Humberto Miller llegó con la cuadrilla que vino a instalar las cañerías para el agua potable. Después, echó raíces en el pueblo. Se enamoró de Aurora, la hija mayor del viejo Aníbal, dueño del único almacén existente en diez kilómetros a la redonda. La muchacha tenía unos ojos negros penetrantes, clavaban igual que las espinas de los nardos. En el pequeño poblado era la estrella, como lo son algunas mujeres en el cine. Cada vez que salía de su casa cargando los baldes de aluminio en busca de agua al pozo, no le faltaba el ayudante. Los hombres corrían a socorrerla, cualquiera fuera el requerimiento. A los dieciséis años, ya había aprendido a sacarle algún partido a las miradas masculinas.

Fragmento de novela inédita: Motivos Sentimentales

Capítulo 14 Esa noche Octavio encontró a su mujer durmiendo destapada sobre la cama. Tuvo entonces la intención de abrigarla. Pero no lo hizo por temor a despertarla. Diamela pasaba a veces por temporadas de sueño ligero y cualquier ruido extraño conseguía despertarla abruptamente, con el consiguiente mal humor que suele sobrevenir después, y en el caso concreto suyo podía alcanzar niveles patológicos. Prefería en esa ocasión verla durmiendo, aparentemente tranquila. Y acaso por primera vez durante su vida matrimonial, Octavio se encontró a sí mismo en medio del silencio y la soledad de la habitación, observándola dormir. Sólo entonces, como saliendo de un estado de aturdimiento general -en el cual hubiese estado sumido por largos años-, poco a poco comenzó a tomar cierto grado de conciencia de los estragos causados por los años en el cuerpo de Diamela, ayer maravilloso y angelical como nadie mejor que él lo podía recordar.

La autopista del sur.

El escritor argentino Julio Cortázar fue un adelantado cuando escribió “La autopista del sur”, cuento de su autoría que pone al lector en medio de un gigantesco taco automovilístico a las entradas de París. Hoy, cincuenta años más tarde, en nuestros lejanos países está sucediendo exactamente lo mismo. Las calles de Santiago de Chile, por ejemplo, ya no soportan mayor cantidad de autos, a pesar de las vías concesionadas que buscan descongestionar las estrechas arterias de la ciudad. La invasión de autos es cada vez más alarmante y cabe preguntarse qué va a pasar en 10 años más, cuándo la población vehicular supere en un cien por cien a la actual.