Todos las novelas del escritor francés Houellebecq han causado polémica, pero ninguna tal vez como Sumisión. Aquí, el afamado enfant terrible de la literatura francesa, se mete con el espinudo asunto islámico, y recrea la supuesta llegada al poder de la Hermandad islámica a Francia, tras un acuerdo soterrado con el PS. Una obra de ficción por ahora, pero una realidad cada día más cercana, no sólo en Francia, sino en toda Europa, propone acaso entre líneas el autor.
Francois es un profesor de
literatura, especialista en Huysmans, reconocido escritor del siglo XIX , pesimista
y en desacuerdo con la vida moderna. Francois trabaja muy a gusto en el
departamento de literatura de la Sorbona, sobre todo por el contacto que tiene
allí con las jóvenes estudiantes, con quienes suele tener las infaltables
aventuras eróticas que caracterizan la novelística del autor. Sin embargo, tras
la llegada al poder de Mohammed Ben Abbes, es despedido como la gran mayoría de
los profesores, aunque sin perder sus beneficios económicos. Recibirá una muy
buena jubilación, pero quedará al garete, rodando por París sin nada que hacer,
salvo furtivas relaciones con prostitutas contactadas vía internet.
El pesimismo de Francois, sigue cierta
línea existencialista, y tanto hace pensar en Sartre como en Camus. Cuando
recibe la noticia de la muerte de su madre, la relación con El
extranjero resulta inevitable, por la impiadosa reacción frente al suceso
. Francois acusa un absoluto desinterés por el mundo que habita, salvo frente a
la cuestión erótica. Su ex novia, Myriam, ha escapado a Israel con sus padres, huyendo
de la amenaza islámica, pero tampoco eso tiene mucha importancia en su vida. Se
sabe solo, condenado a la más absoluta soledad.
La novela da cuenta y discute asuntos
políticos puntuales, algunos reales y otros imaginarios, cuestionando la
realidad contingente, la impericia y la impunidad política de los últimos
tiempos en todo el mundo, y en particular en Francia, donde se descree de los
personajes que van tras el poder.” Hace tanto tiempo que el juego
político se basa en la oposición entre derecha e izquierda que nos parece
imposible salir de eso.”
Sumerge así al
lector en un mundo nuevo, donde la sociedad francesa comenzará a regirse por
normas musulmanas, las mujeres deberán llevar velo y falda larga, los hombres
asumirán la bigamia legal del mundo musulmán. La novela postula entre otras
muchas cuestiones que, debido a la debilidad del cristianismo, la religión
musulmana se alza como salvavidas para un mundo que necesariamente requiere de
un Dios rector, porque no se puede vivir sin su idea ni su ley.
Francois, volverá a ser tentado por
su nuevo Rector a retomar sus clases en la Sorbona, debido acaso a su tesis
doctoral, cuyo tema lo acerca en muchos sentidos al mundo musulmán. Su
especialidad en un autor del siglo XIX que aborrecía la modernidad por sus
libertades morales, se ajusta a la nueva mentalidad que va a imponerse a partir
de entonces en la Sorbona. “Desde que el nuevo régimen islámico había hecho evolucionar la
vestimenta femenina hacia una mayor decencia, sentía poco a poco que mis
impulsos se calmaban y a veces pasaba días enteros sin pensar en ellos.”
El título de la novela resume
claramente la actitud adoptada por todos los que caen bajo el embrujo musulmán.
Desde profesores a alumnos y la sociedad entera. Bajarán los índices de
delincuencia en el país, debido al temor de Dios y se espera el pronto ingreso
de los países árabes a la comunidad europea. Las postulaciones de Houellebecq
desbordan hacia el plano de las llamadas utopías de siglos pasados, muchas de
las cuales hemos visto cumplirse.
Miguel de Loyola – Santiago de Chile
– Junio del 2018.-
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