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Imbuches y otros formas de castración en la poética de José Donoso.

En muchas ocasiones oí hablar a José Donoso de imbunches en su taller. Un concepto sacado de la mitología mapuche que a él le producía bastante inquietud. Por cierto, su desarrollada imaginación de novelista por excelencia, lo llevaba siempre más allá del mito y leyenda chilota, traspasando la idea metafóricamente hacia otras formas posibles de castración -no sólo corporal-  como señala el mito, sino también psicológica, aquellas practicadas por las diferentes culturas a lo largo de la historia para acallar las voces incomprensibles del inconsciente, y preservar así la cultura de la tribu, su orden, estabilidad y permanencia.

¿El libro, ha muerto?

Parafraseando a Nietzsche: El libro ha muerto. Parece que lo mataron los hombres. Esos hombres masa que como los bárbaros ayer, arrasaron con templos y palacios. ¿Cuántos lectores van quedando en el mundo? ¿Cuántos lectores van quedando en Chile? Hablemos sin vendas en los ojos. El libro ha muerto, ha nacido la nueva era audiovisual, me comentaba hace unos días un viejo amigo librero, cansado de luchar contra los molinos de viento. La gente ya no compra libros, concluía, la gente tiene dinero para todo, salvo para comprar un libro, puede gastarse el sueldo completo un viernes por la noche en un centro nocturno, pero el libro siempre lo encontrará caro para su presupuesto.

El caso Kurilov, Irene Némirovsky.

Irene Némirovsky no deja sorprender a este lector. El caso Kurilov es otra de sus obras breves de factura brillante. En pocas páginas concentra bastante más sustancia de la que muchos hoy no logran escribiendo miles. La genialidad de esta autora es tal, que cuesta imaginarse cómo y en qué momento escribió sus obras, cuando sabemos que fue perseguida y finalmente ajusticiada en una campo de concentración nazi.

El divino fracaso, de Rafael Cansinos Assens (1882-1964)

He aquí un ensayo memorable, que hoy por hoy llegaría al hueso de muchos desencantados. Publicado en 1918, interpreta las vanidades artísticas, de los aristas de todos los tiempos. Nosotros, por cierto, vivimos la era del desencanto, del llanto y la frustración egocéntrica, acaso porque alguna vez pensamos -o nos hicieron pensar- que seríamos inmortales o famosos, que lo bueno o lo mejor, se hallaba justo al otro lado, en la rivera opuesta, y aprendimos así a codiciar la otra y a despreciar la nuestra.

Intimidad, Hanif Kureishi.

En Intimidad , el escritor Hanif Kureishi, de nacionalidad inglesa y origen pakistaní,  somete al lector a una difícil  prueba psicoanalista: oír al narrador sus cargos y descargos respecto a la inminente decisión de dejar a su esposa Susan, con quien lleva seis años de matrimonio.

La sastrería

Vengo a la prueba del traje, dijo el Escritor. Adelante, pase adelante, contestó la secretaria abriendo la puerta. El Sastre lo atenderá en unos minutos. El Escritor paseó la mirada por la antesala, antes de sentarse en un sofá, mientras la señorita avisaba por citófono su presencia. 

La soledad de Huidobro.

Impresiona el estado de abandono en que se encuentra la tumba del poeta Vicente Huidobro en Cartagena. Un perfecto desconocido para la gran mayoría, por cierto, sobre todo en estos tiempos de barbarie, cuando las masas desbordan los balnearios de la ayer llamada Costa Azul, y hoy día intitulada Litoral de los Poetas, en honor a los mismos, se entiende. Pero no hay tal, los municipios no pueden con las hordas que asolan en verano los balnearios, dejando inmundicias desparramadas por cualquier parte. Hasta en las tumbas,

Victoria, Joseph Conrad.

Victoria es posiblemente la obra cumbre de Joseph Conrad. Una historia contada en tono mesurado, sin estridencias, permitiendo esa lenta inmersión del lector en el tema,  ambiente y personajes. Estamos frente a un narrador minucioso que no escatima tiempo para llevarnos a la reflexión personal.

Ricardo Piglia, Prisión Perpetua. (In memorian)

El escritor argentino Ricardo Piglia, quizá sea el más legítimo discípulo de Borges. Mediante el uso de una prosa pulcra, libre de retruécanos y yuxtaposiciones, sumerge al lector en aquel plano donde la ficción se funde y confunde con la realidad. Piglia, siguiendo los guiños del maestro, advierte también al lector que el arte de la ficción es un artificio que permite jugar con lo posible y lo imposible, con el ser y la nada, con lo real y lo imaginario, dejando al lector sumido ante el espectáculo fabuloso de la ambivalencia de todos los conceptos.

Duma Key, de Stephen King.

Duma Key narra la nueva vida de Edgar Freemantle, quien luego de sufrir un grave accidente, perder un brazo, quedar medio cojo, termina transformado en un artista, en un afamado pintor, cuyas primeras obras  consiguen un éxito rotundo. 

José Saramago, o Evangelio Segundo Jesús Cristo

En  Evangelio Segundo  Jesús  cristo , Saramago recrea las historias reveladas en El nuevo testamento , con la ironía característica de su pluma de escritor experimentado en el arte de la ficción, mostrando la parte humana de Jesús protagonista por sobre la divina, al punto de enfrentarlo en un cara a cara con Dios por causa de su destino inexorable, y de ser llamado o condenado a ser su hijo redentor.

Mientras escribo, de Stephen King.

¿Andas buscando un libro que te ayude a escribir? ¿Un libro fácil de leer,  de entender? Te garantizo que no hay muchos, porque son pocos los escritores que han escrito sobre el tema. Así que si eres un novel escritor, y estás obsesionado en escribir tus propias historias lo antes posible, te recomiendo que leas ya Mientras escribo , de Stephen King.

Terrorista, John Updike

El escritor norteamericano, John Updike, recrea en Terrorista, los posibles entretelones que llevan a los jóvenes estadounidenses musulmanes a convertirse en terroristas. La novela desarrolla morosamente las raíces posibles del fenómeno, tomando por modelo a un joven de ascendencia árabe, Ahmad, quien aconsejado por su guía espiritual, sheij Rachid, imán de la mezquita que habitualmente visita desde niño, terminará convertido en un fanático fundamentalista, capaz de cumplir órdenes completamente demenciales, cegado por esa visión de un dios vengativo y sangriento, totalitario, absoluto.

Presuntos Implicados, palabras de presentación.

El libro que nos convoca, lo escribí hace algunos años, y sin embargo, tiene una actualidad cada vez mayor, porque lo que sucede en la novela, sigue sucediendo hoy -y de seguro- seguirá sucediendo en el futuro. De manera que les advierto de antemano que en ningún caso tengo pretensiones de descubrir la pólvora. Por lo demás, nunca ha sido el propósito del arte, ni menos de la literatura. Bien sabemos que todo ya ha sido escrito.

Presuntos Implicados, novela de Miguel de Loyola